Esos derechos son denegados en Internet alrededor del mundo, pero Tor los restablece.
Pensamos que la privacidad en línea debería ser por defecto, y eso es lo que nuestro software provee.
La privacidad se trata de proteger quiénes somos como seres humanos: nuestros miedos, relaciones y vulnerabilidades.
Los rastreadores vigilan todos y cada uno de nuestros movimientos, pero una Internet más segura es posible.
Creamos software libre y de código abierto que cualquiera puede usar.
Periodistas, activistas, y usuarios habituales de Internet confían en Tor.